Nuevo Simpecado de la Hermandad del Redentor Cautivo de Aracena
Publicado el 19 Mar 2015 por David Infante
_____________________________________________________________________________________________

La pasada cuaresma la Hermandad del Redentor Cautivo de Aracena bendijo su nueva insignia, un Simpecado realizado por D. Jesús Suárez Aguilar (Pintura), D. Gustavo Larios (Orfebrería), Talleres de D. Mariano Martín Santonja (Bordados) y Cordonería de D. Gonzalo Reina (Cordones).

A continuación os dejo un artículo escrito por el hermano Mayor de la Hermandad:.

"Es la Virgen María el hermoso sueño de Dios, el auxilio de los cristianos y la mujer bendita entre todas las mujeres: María de Nazaret y Madre de Jesús, el Divino Redentor del Mundo.

En la larga y populosa historia de Aracena, bien podría destacarse la simpar devoción a la Virgen en cualquiera de sus dulcísimas y fervorosas advocaciones, y por cómo este pueblo, ante las adversidades, se ha encomendado a Ella, solicitando propicios sus favores, llegando a tenerla muy presente en nuestras vidas, la costumbre diaria, rutinas y hábitos sociales de cualquier época.

Desde entonces a esta parte, la figura omnipresente de María Dolorida, ha conseguido ser la benefactora y protectora de los hijos de Aracena, de sus gentes y sus casas, sus familias y vecinos que la veneran con verdadera fe, acudiendo a Ella por cualquier razón o designios del destino: a causa del desánimo, necesidad, sentimientos de abandono ó de pérdida, de tristeza y afrenta... por cualquier dificultad ó enfermedad, que suponen motivo de desconsuelo... y de este modo, Aracena le reza, implorando protección y auxilio por ser Madre y Señora de los Desamparados.

Sobre los tejados y campanarios de la eterna Aracena y, tras la inconfundible silueta del Cerro del Castillo, en un amanecer del mes de octubre, cuando las calles evocan sonidos de campanilleros, cuando la noche ha caído con rayos de la aurora, ya solo queda como testigo el lucero del alba...

Altas nubes con destellos blancos, por sol dorados y morados de pasión, presentan, tras una inmensa luz, a una mujer de mirada caída y ligeramente desplazada hacia la derecha, donde confluyen la dulzura y el arrebatador dolor, en similitud a la imagen de María Santísima de los Desamparados, Titular de la Hermandad, coronada de estrellas, de inmenso fulgor y divinidad: Doce estrellas que representan las doce tribus de Israel, y, por consiguiente, a la Humanidad.

María, símbolo de unidad, la mujer radiante del Apocalipsis; Se trata de la Inmaculada, la mujer asunta a los cielos en cuerpo y alma, la criatura que eligió Dios para hacerse hombre en Jesucristo. Ella es única, irrepetible, el gran signo de esperanza para el pueblo creyente: Inmaculada, María, con la luna bajo sus pies, extendiendo la protección de su manto celestial a cada uno de nosotros, sus hijos, presentes y ausentes, alargando su mano sobre nuestras súplicas, ruegos y reclamos. María, la dulce y pulcra María, Titular de la Parroquia de Aracena, de la que prende, en su pecho, el escudo que así lo recuerda.

Con una mano extendida a su pueblo y la otra señalando el cielo, a lo alto, la Madre del Salvador señala a las alturas, de donde nos vendrá el auxilio y la salvación... y entre sus manos, las azucenas, signos de pureza virginal y atributo de su advocación de los Desamparados.

Bajo su manto protector no faltarán los niños, que son el presente y futuro, símbolo de nuevas generaciones de aracenenses que seguirán invocando el amparo y refugio a la Santísima Virgen María. En las figuras de los niños observamos la perfección y la imperfección, el bien y el mal de puros e impuros, pues bajo el celestial manto de la Señora toda criatura cabe.

… Y, en el tercio inferior del óvalo, a las plantas de María, la hermosa Aracena: sin igual compendio y mezcla de casas y calles calizas y rojizos tejados, de caminos de piedra y verdín con ventanales abiertos a la vida.

Aracena, resguardada entre los muros medievales y coronada por la espadaña del campanario y  la torre de la Iglesia Prioral del Castillo que custodia nuestra preciada y amantísima joya...

Aracena, de vida religiosa y comunidad parroquial, rotundamente  representada en la  majestuosa Parroquia de la Plaza Alta y rotundos muros de Santa Catalina y del Hogar “Reina de los Ángeles” de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

Aracena, de honda esencia cofrade y nazarena, que, bajo las espadañas de la Parroquia del Carmen, aguarda a esta Humilde y Venerable Hermandad desde el mismo instante de su fundación.

Aracena, maravillosa en sus formas y en su fondo, como es para nosotros su Gruta, sus hondas tradiciones y costumbres, la noble tierra de profundos sentimientos que custodia el tiempo en sus barrios y en sus gentes; Señalada por la luna vemos Santa Lucía y El Carmen, como abrazo de feligresías que al paso del Redentor esperan impacientes la noche oscura del Miércoles Santo."

Información y Foto: Hdad. del Redentor Cautivo (Aracena).

Volver